Hace unas pocas semanas recibí un mensaje de mi hermano (padre Suzuki de 3 niños), decía “Sé que todos los niños pueden, pero no estoy seguro de que todos los padres puedan” ¿Alguna vez te sentiste así? Pues yo sí.

El mayor reto que afrontamos en el método Suzuki es que ya no vivimos en la década de 1950. Cuando el método comenzó la organización de la mayoría de familias constaba de uno de los padres que trabajaba y proveía y el otro se quedaba en casa a cargo de los niños y por supuesto de la práctica. Mi hermano le dio en el clavo, todos los niños pueden, pero ¿todos los padres pueden? No es una pregunta sobre habilidad o deseo, es una pregunta sobre el tiempo.

Pregunte a algunas familias en mi estudio y descubrí que la mayoría funcionan de esta manera: en algún momento entre las 7:00 y las 7:15am los padres salen hacía sus respectivos trabajos y los niños van al colegio. Uno de los padres y los niños regresarán, en el mejor de los casos, aproximadamente a las 4:30 y muchas veces aún mas tarde a las 5:30 o 6:00 pm. En este punto, para el momento en el que regresan a casa, la familia ha estado afuera por diez o doce horas, están cansados, hambrientos y aún hay tarea por hacer. Deben comer la cena, limpiar, lavar ropa y todo esto en el mejor de los casos si no hay mucho tráfico. Después están las clases por tomar, ir a nadar u otra actividad física durante la semana. Entonces, ¿Cuándo es que esta típica familia podrá lograr los 7 días a la semana de práctica? ¿Qué deben sacar de su horario? Realmente no hay nada que puedan obviar.

Puede que este horario les suene familiar, incluso tal vez sea un poco similar a su horario, si ese es el caso, me gustaría compartir algunas ideas con ustedes que han ayudado a las familias en mi programa.


Primero,  escriba su horario, intente planificar sus lecciones de música en el mismo día de ser posible.

Segundo, ¿hay alguna parte de la práctica que el niño pueda realizar independientemente? ¿Tal vez pueda practicar la toma de arco en el carro o en la cocina mientras usted prepara la comida? ¿Pueden realizar su repaso con la grabación mientras usted prepara la cena? Converse con el profesor y que le ayude a asignar las tareas que el niño está preparado para realizar de forma independiente.

Tercero,  ajustar las expectativas. Consulte con el profesor, hágale saber si usted como padre puede asistir en la práctica solo 4 días a la semana, pregúntele si el niño puede practicar y repasar por si solo los otros 3 días durante 5 minutos.


Contrate una persona para ayudar con la práctica, ¿Hay algún estudiante avanzado, que el profesor recomiende, que pueda asistir en la práctica de su niño una o dos veces a la semana cuando usted no pueda?

Escriba el horario familiar y coloque el tiempo de práctica, no se rinda con los 7 días de práctica a la semana. Coloque una alarma para recordarle que es momento de ensayar, porque si decide practicar después de limpiar la casa, malas noticias, la limpieza siempre toma más tiempo del planeado y usted tendrá que tomar la decisión de parar de limpiar y empezar a practicar.

El siguiente paso es práctica consciente y súper eficiente. Si no está seguro de cómo hacer esto pregunte a su profesor. Tal vez le puedan recomendar observar a otro padre y a su hijo que sean particularmente efectivos para que usted los analice y aprenda de ellos.

Por último y más importante, constante y honesta comunicación con su profesor sobre como transcurrió la semana. Tal vez hubo una actividad escolar o una reunión de padres, y usted se enfermó un día y solo lograron practicar tres días. Los padres me brindan esta información al inicio de la clase para que yo pueda ajustar mis estrategias  y expectativas para esa clase.

En mis clases estamos evaluando constantemente si estamos sacando el mayor partido al limitado tiempo del que disponemos con cada familia.

La última clave para las familias ocupadas vino en forma de un artículo que leí recientemente, decía algo así:

Pregunte a mi hijo, “¿Te diviertes practicando?” Él se veía confundido, “no realmente” dijo. Entonces le pregunte, “¿No te gusta practicar? “ “No – dijo él- no me molesta hacerlo” Su respuesta fue muy similar a si le hubiera preguntado si le divertía hacer su tarea de matemática o si quisiera dejar de hacer matemática porque no le gustará. No es una opción, es simplemente parte de su día, por tanto él nunca considero si le gusta o no practicar.

Consideramos a las clases de música como algo opcional. Si a nuestros niños no les gusta, lo pueden dejar, si no tenemos tiempo como padres, eso es lo que podemos sacar de nuestro horario. Si el presupuesto está muy corto, saquemos las clases de música. Si la música es opcional, los padres y el niño la tratarán de esa forma.

Entonces, la primera pregunta que se debe hacer para descubrir si usted, como padre, puede, es: ¿son las clases de música opcionales para su familia? Si la respuesta es sí, entonces la práctica será engorrosa, pero si la respuesta es no, y tanto usted como su niño lo reconocen, entonces todo será más fácil para ambos.

Haga una lista de las cosas que usted desea que su niño aprenda a través de la música. Cosas como concentración, determinación, perseverancia, autoconfianza, entusiasmo, respeto, por nombrar algunas. Luego pregúntese, ¿dónde más tendrá mi niño la oportunidad de aprender estas habilidades? Y si la música es el mejor medio para hacerlo, entonces realmente es parte importante de su educación.

La segunda pregunta es, ¿Cuánto tiempo debe durar la educación? Eventualmente, aún si no lo deseamos, todos tendremos que dejar las clases de música. Cuando tenía 5 años de edad, rogué a mis padres por clases de violín. Mi madre se sentó conmigo y me dijo, en nuestra familia, no abandonamos. Si tú quieres tomar clases de violín tendrás que tomarlas todas las semanas y tendrás que practicar todos los días hasta que estés en octavo grado, ¿empezamos? Y yo entusiastamente dije: “Sí, hagámoslo”

Ahora, no todo era felicidad durante mi práctica, soy consciente que en más de una ocasión fue necesario que ambos de mis padres estuvieran presentes, uno para disciplinarme, y el otro para practicar, pero nunca se me ocurrió que no practicaríamos.

Cuando me gradué del octavo grado, mi madre me dijo, con algo de alivio, “Bien, ahora puedes dejar las clases de violín” mi respuesta fue: “¿Me estas bromeando? ¡Por fin soy bueno en esto!”

Lo tercero que necesitamos entender como padres es que las discusiones no son sobre el violín. Cuando su hijo esta rebelde en el salón de práctica tiene que ver con la relación que él tiene con usted. Sucede que la práctica es el momento en el que el niño tiene su completa atención, aquí se definen los límites, prueban su independencia y empujan las barreras al máximo. El instrumento es simplemente el vehículo usado para ver si las reglas realmente se aplican. Para un padre ocupado, la decisión de practicar es la decisión de moldear la relación con su hijo. Dese cuenta que si no trabaja esas barreras ahora, la única opción es trabajar en ellas después, piense “adolescencia” y afronte la práctica.

La realidad es, yo amaba practicar con mi madre, pero no siempre actuaba como si lo hiciera. Aquí hay otra cosa, yo no recuerdo los días de mala práctica, yo solo recuerdo los buenos. Como padre, me doy cuenta que debo ofrecer esa misma gracia a mis hijos. Cuando me enfrento a la hora de la práctica me tomo un tiempo para recordar una buena sesión de ensayo, en la que la técnica mejoró, la relación entre nosotros fue positiva y la música fue apreciada. Como padre, si abordo la sesión de práctica con miedo, estrés, o con premura de tiempo, entonces habré creado una profecía que se auto cumplirá.

Nuestra mayor fortaleza en el método Suzuki, en mi opinión, es que ya no vivimos en la década de 1950. Hoy, más que nunca, las familias necesitan razones para pasar tiempo juntas, lejos de la computadora, del trabajo y de una vida frenética. La oportunidad de pasar 30 minutos al día con su niño como parte de su educación es una bendición, aun cuando muchas veces está muy bien disfrazada.

Entonces ¿todo padre puede? Haga un horario, tomé la decisión que la educación musical no es una opción, comuníquese con su profesor, contrate un ayudante para la práctica, respire profundo, piense positivo, piense en su niño como un adolescente, y vaya por ello.

Soy un padre Suzuki, y creo que todo padre puede.

Traducizo por Melissa Olazaval