Crecí como estudiante de viola con el método tradicional y tuve la fortuna de haber contado con una excelente maestra de clase mundial desde que tenía diez años hasta que me fui a la universidad a los diecisiete años. 

Recuerdo que estaba sentado frente a su puerta, esperando mi primera clase mientras la maestra practicaba, oyendo ese sonido enorme, cálido y rico. Nunca antes había escuchado algo así. En mi mente esperaba que un gigante saliera del salón, y entonces, cuando se abrió la puerta, vi a una joven mujer muy pequeña, de voz suave y apacible quien me invitaba a entrar. Durante cada clase, ella tacaba cualquier pieza en la que yo estuviera trabajando, y yo escuchaba un sonido enormemente hermoso. De esa manera yo era testigo de una excelente demostración de técnica. A continuación, mi tarea era ir a casa, practicar, y tratar de reproducir lo que había oído. Toda la semana debía practicar con diligencia con la intención de tocar tan bien como ella. Debía oír esa demostración varias veces en mi cabeza hasta volver a ver a mi maestra. A veces me acordaba bien, a veces no. Probablemente no fue hasta mis últimos años de adolescencia que podía tener acceso a alguna grabación de lo que estaba trabajando; si la podía conseguir, la escuchaba unas pocas veces, y luego la volvía a dejar en la estantería. 

El elemento clave que sé que le ayudará a usted ya su hijo a sentir y lograr más éxito en su viaje Suzuki es escuchar. En su libro La Enseñanza desde el Punto de Equilibrio, Ed Kreitman afirma: “Uno de los ingredientes más importantes en el método Suzuki es el concepto de escuchar”. Es una afirmación poderosa y sin embargo muy simple. El método Suzuki era relativamente nuevo cuando yo era niño. Era un estudiante tradicional, y siempre escuchaba los mitos sobre Suzuki: que los estudiantes Suzuki sólo tocaban por oído, nunca aprendían a leer música, y no podían tocar musicalmente. Lo que descubrí como profesor Suzuki es que los niños que pertenecen a un programa Suzuki tienen una ventaja enorme. No sólo llegan a escuchar en persona, cada semana, las piezas en las que están trabajando, sino que también pueden escucharlas en un CD cuando quieran, y tocarlas junto con otros niños en una clase grupal. 

Debemos esforzarnos por crear un ambiente musical que sumerja a los niños en la música, como cuando son bebés y los padres les hablan durante horas, repitiendo las mismas palabras una y otra vez hasta que empiezan a hablar. Si no fuera por los esfuerzos de los padres y las repeticiones sin fin, los niños no desarrollarían el vocabulario que son capaces de interiorizar. Desde el nacimiento e incluso antes, los niños constantemente escuchan a la gente conversar -una verdadera sinfonía de sonidos que son capaces de interiorizar y usar. Algunos son sonidos o palabras que no usarán durante muchos años, sin embargo, los oyen constantemente. Construir un ambiente así con la música es lo que el Dr. Suzuki pretendía que hiciéramos. Poner el CD del libro en el que están trabajando es una buena escucha pasiva. Es bueno que escuchen las canciones que ya han aprendido y las canciones que aprenderán. Rodéelos con música desde el momento en que se despiertan hasta que se van a dormir. La repetición es la clave; sin embargo, poner el CD una y otra vez de principio a fin no es suficiente. 

Kay Slone, un respetado y exitoso maestro capacitador Suzuki, clínico y escritor, proporcionó el siguiente plan de escucha en su libro Nunca se es demasiado Joven o demasiado Viejo para Estrellita: 

  • Escucha actual: La pieza que se está estudiando actualmente se escucha de 20 a 50 veces consecutivamente. 

  • Escucha de revisión: Las piezas que se están puliendo deben ser escuchadas de 10 a 20 veces consecutivas. 

  • Escucha anticipada: La pieza que se estudiará a continuación debe ser escuchada de 20 a 50 veces. 

¿Parece un poco exagerado? Este proceso tendrá resultados. Como dijo el Dr. Suzuki, “su hijo progresará en relación directa con la cantidad de escucha que haga”. Una escena de la película Educados con Amor sobresale en mi mente. Muestra a un joven muchacho japonés jugando en el patio con un reproductor de cintas atado a su espalda. Eso es dedicación hacia la escucha. Hoy en día tenemos muchas maneras más fáciles de proporcionar un buen ambiente de escucha. Si su hijo tiene un iPod, la vida acaba de mejorar para usted, y si no, podría ser el momento de conseguir uno. 

Mi esposa fue estudiante Suzuki de violín y ahora es profesora Suzuki de violín. Recientemente compartió conmigo el recuerdo de escuchar el Bourrée de Handel mientras leía La Pequeña Casa en la Pradera. Su madre religiosamente había grabado interminables casetes con la canción en la que mi esposa estaba trabajando en ese momento, así como también las siguientes canciones que aprendería. Éstos eran los días antes de los CDs, de los MP3s, y de los iPods, así que un casete que tocara la misma pieza una y otra vez era lo mejor que se podía conseguir. Siempre había música de todo tipo en la casa. Hasta el día de hoy, mi suegra pone música en su casa en todo momento. Ella creó un ambiente de escucha que iba más allá de los límites del repertorio de Suzuki, probablemente para su propia cordura; no obstante, puso el esfuerzo por delante. 

Si usted reproduce continuamente el CD Suzuki de Violín Volumen 1, escuchará todo dos veces en una hora, aproximadamente. Escuchar el CD del libro uno aproximadamente dos veces por hora durante un día entero puede causar que usted tenga pensamientos desagradables. Por lo tanto, es importante hacer un plan para ayudar a romper la monotonía. Amplíe la escucha diaria para incluir una variedad de música clásica que su hijo algún día estará tocando, y construya una biblioteca a la que pueda referirse más adelante en su viaje Suzuki. Pida al profesor que le proporcione otras ideas y buena música. Tuve la suerte de que mi profesora fuera miembro del Blair String Quartet, así que crecí con música de cámara a mi alrededor; tuve muchas oportunidades de escuchar buena música. Lleve a sus hijos a conciertos de todo tipo, y déjelos que observen a músicos tocando en un nivel alto de logro y de capacidad. Si es posible, permítales hablar con los músicos y hacerles preguntas. Será una experiencia educativa y podría realmente hacer la diferencia en su perspectiva, y ayudar a crear una nueva realidad. Como Kreitman sugiere en La Enseñanza desde el Punto de Equilibrio, es importante escuchar las grabaciones de los libros que están un poco más delante del libro en que su hijo está en este momento. Esto puede ser inspirador pues su hijo sabrá que, eventualmente, tocará también esas piezas. Ayúdele a mirar el cuadro grande en el futuro lejano, no solamente la siguiente pieza del repertorio. Aprendan a disfrutar del proceso, no sólo del producto. 

En su libro Ayudando a los Padres a Practicar, Edmund Sprunger dice: “Si su hijo comienza a quejarse por estar cansado de la grabación, por todos los medios deje que su hijo esté cansado de la grabación –al mismo tiempo que usted continúa reproduciéndola. No conozco incidencias en las que a los niños les haya hecho daño escuchar mucho el CD – no crea ningún tipo de herida”. 

Hasta ahora, hemos abordado la escucha pasiva: crear un entorno que permite al estudiante simplemente absorber el sonido. La escucha activa es cuando su hijo está comprometido con la música. Todos los niños se benefician de la escucha activa. Pídales que escuchen una cierta nota, una reposición del arco, una articulación de staccato o legato, notas que van ascendentemente por la escala o notas que van descendentemente por la escala. Pídales que hagan una señal física cuando escuchen estos elementos. Cantando, marchando al ritmo, o incluso bailando con la música les ayudará a ser conscientes de muchas cosas que pueden pasar desapercibidas cuando escuchan pasivamente. Cuando escuchan activamente, deben sentir la música e interpretar, evaluar y responder a los sonidos que oyen. Haga de esto un juego. A los niños les encanta aprender cuando hay alegría. 

A menudo la mayor preocupación de los padres es: “¿Cómo puedo lograr que mi hijo esté motivado y practique?” La respuesta es ayudarle a generar un sentimiento de maestría creando un ambiente en el cual aprenderá más fácilmente. Escuchar los sonidos que harán con su instrumento crea un vocabulario interno familiar que no se siente como si fuera un idioma extranjero. Estoy seguro de que todos hemos estado en un país extranjero donde no hablamos el idioma -es una verdadera lucha el tratar de comunicarse. Imagínese tratar de tocar un instrumento o comunicarse con quienes le rodean cuando no está familiarizado con los sonidos. Piense en lo difícil que sería. 

Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Si hacemos el esfuerzo, como lo hizo la madre de ese niño al amarrar un reproductor de cintas a su espalda mientras jugaba afuera, podemos ayudarles a sentirse bien con su creciente habilidad. Este sentimiento es la mejor manera de motivar a su hijo. Ver cómo una escucha consistente hará la diferencia en el progreso de su hijo será de motivación para ambos. Observe cómo crece la habilidad. “La habilidad genera más habilidad”, dijo el Dr. Suzuki. Encuentre la disciplina para hacer y reproducir ese CD especial y hacer que la escucha sea una prioridad. Guíe a los niños mediante el ejemplo y pronto sabrán que escuchar es sólo algo que deben hacer, así como sus tareas escolares o cepillarse los dientes. Esta porción de escucha que es parte de su trabajo en casa es probablemente lo más fácil que usted puede hacer para ayudar a su hijo a ganar un vocabulario musical, pero es también la parte más fácil olvidar y pasar por alto. Reproducir el CD mientras su hijo está haciendo la tarea, leyendo un libro o jugando es una gran oportunidad para empezar a crear el hábito de escucharlo. Hacer ese CD “especial” o cargar su iPod con una lista de reproducción de sus canciones de revisión, las canciones en las que está trabajando, o las canciones que tocará sólo tomará unos minutos de su tiempo y los llevará hacia un nuevo mundo. Cuando de repente usted empiece a ver los resultados, el plan de escucha de Kay Slone no parecerá tan exagerado. 

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Práctica - Quiero decir, tarea 

Recientemente, una estudiante llegó a otra lección nuevamente sin haberse preparado. La detuve y le pregunté si había algo nuevo en su vida o si algo inusual había ocurrido últimamente. Desconcertada, se detuvo, pensó, y dijo “No, nada nuevo”. Le pregunté si pensaba que la pieza que estaba interpretando había mejorado desde la última vez que la vi. Dijo que no tenía tiempo para practicar mucho y que simplemente no podía tocarla. Le pregunté si ella había entendido la tarea, y ella dijo que sí. Luego le pregunté: “¿Qué pasaría si fueras a la escuela y entregaras la tarea, y dijeras a tu  maestra que no tenías tiempo y que simplemente no la hiciste?” Ella dijo: “Pero eso es la tarea”. Le pregunté, “¿Hay alguna diferencia entre la tarea que te di y la tarea que te dio tu maestro en la escuela?” Ella nunca había pensado en que practicar fuese como la tarea escolar. Para un profesor de música, la práctica es la tarea. Busqué la definición de práctica en el diccionario, y esto es lo que encontré: 

Práctica: 

[Text Wrapping Break]1. Realizar o trabajar repetidamente para llegar a ser competente; 

  1. Entrenar por ejercicios repetidos; 

  2. Realizar ejercicios repetidos para lograr la habilidad. 

Los chicos tienen tantas actividades para las cuales practican una o dos veces por semana y en algunos casos, varias veces a la semana -fútbol, hockey, béisbol, fútbol, baloncesto, lacrosse, natación, tenis, juegos escolares, etc. El entrenador les exige practicar si quieren participar en el juego. En este caso, la práctica no ocurre en casa, solamente cuando ven al entrenador. No funciona de esta manera con un instrumento. Necesitan el instrumento en sus manos diariamente. La práctica no puede esperar hasta ver al “entrenador” de nuevo. Cuanto más familiarizados estén con su instrumento y cómo funciona, más fácilmente descubrirán cómo crear los sonidos que han oído tantas veces. Las clases serán más fáciles para el maestro, harán que sea más fácil para el estudiante el absorber y producir lo que el profesor está pidiendo, y serán más relajantes para usted. 

Genere un ambiente que sumerja a su hijo en los sonidos con los que necesitan estar familiarizados. Escuche constantemente, tanto pasiva como activamente. Expanda su escucha más allá de sus CDs Suzuki y exponga a los niños a la mayor cantidad de conciertos en vivo como le sea posible. Haga su tarea todos los días. Revise las piezas antiguas y pula la habilidad con una pieza que ya conocen. Sus maestros han dedicado mucho tiempo, dinero y esfuerzo en su capacitación. Escúchelos, confíe en ellos, apóyelos y trabaje junto con ellos para saber lo que es de mejor ayuda para su hijo. 

En las sabias palabras de Michele Higa George, “Si están tocando más veces al día de lo que están escuchando en el CD, ¡piensan que la forma en que están tocando es la forma correcta!” Espero que si usted aún no hecho que la escucha sea una prioridad pueda hacerlo ahora y disfrutar de los resultados de la vida por la vía rápida. 

Traducizo por Andrea Raza