Si te paras a medio metro de distancia del cuadro llamado Robert de Chuck Close (1997), lo único que puedes ver son cuadrados y rectángulos estampados con colores. Cada cuadrado mide aproximadamente 9 cm de ancho y están vinculados uno a otro. Los colores están saturados. Bordes brillantes contienen círculos y otras formas. Los círculos me recuerdan algo de mi libro de biología del colegio, y visualizo amebas pequeñas de colores, frustradas por su confinamiento perpetuo.

Esta pintura es parte de la colección del Museo de Arte Moderno de San Francisco. Después de ver la pintura tomé algunas fotos con mi iPhone y me fui sintiendo mucha curiosidad. Empecé a preguntarme por qué Chuck Close pinta estos cuadrados. Una idea comenzó a surgir. Empecé a ver una historia: la historia del camino de un hombre al proyecto artístico.

La “Rosquilla” un cuadrado con un círculo adentro

En una entrevista archivada en el página web del Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Sr. Close analiza cómo pinta. Él dice: “Construyo una pintura poniendo pequeñas marcas juntas, algunas parecen salchichas, otras como rosquillas”. Esta descripción tan sencilla me sorprende. En mi opinión, la creación de obras maestras artísticas es enigmática. Sin embargo, el Sr. Close da una descripción simple de su trabajo. Pone “pequeñas marcas juntas” y usa términos familiares, incluso mundanos, como “salchichas” y “rosquillas” para describir su arte.

Close comienza sus pinturas con una fotografía ampliada de su tema escogida. La fotografía está superpuesta con una hoja cuadrícula, y los cuadrados de la fotografía se convierten en la base de píxeles para la pintura. Los cuadrados están unidos entre sí sobre este patrón. A veces, dos de los cuadrados se fusionan para crear un rectángulo. El lienzo completo casi se parece a una hoja gigante de papel cuadriculado de colores. En este punto de su carrera, este enfoque de cuadrículas exhibe su estilo artístico único.

La “salchicha.”

Este estilo ha sido parcialmente influenciado por el pasado del Sr. Close. En otra entrevista grabada y compartida en la página web del museo, Describe como le afectó haber crecido con dislexia. Como estudiante, el Sr. Close a menudo estaba abrumado por el tamaño de una tarea. Él atribuye estos desafíos de aprendizaje como un factor de influencia en el desarrollo de su estilo. Los cuadrados demuestran una división visual del lienzo en partes manejables. Él afirma que el artista tiene que “resolver esta pequeña parte, y luego resuelve esa pequeña parte”, trabajando en “trozos pequeños del tamaño de un bocado.”

Cuadrados unidos entre sí sobre una cuadrícula diagonal

El trabajo de Chuck Close, como proceso y producto, habla de la habilidad de ser artistas en cualquier campo. Como violonchelista, sé que puedo sentirme abrumada cuando veo el tamaño de un proyecto. Aprender una pieza de música puede ser desalentador. El lienzo musical en blanco puede ser abrumador. Puedo sentirme desanimada por la inmensidad del viaje artístico, ni siquiera estoy segura de cómo comenzar. Quiero crear cosas hermosas, cosas épicas. Pero también me puedo estancar.

Chuck Close, un artista exitoso y activo, ha desarrollado una forma de trabajar que maneja esa sensación de abrumo. El Sr. Close aborda y resuelve una pequeña parte, un problema a la vez. Y lo hace todos los días. Él confía en el proceso del trabajo. También equilibra el trabajo que hace en un espacio pequeño (9 cm), con la visión del todo el conjunto. En este punto de su carrera, él sabe cómo algo magnífico y hermoso emerge de esos cuadrados de colores. Entonces, pinta cuadrados y pone pequeñas marcas juntas.

He comenzado a ver mi práctica como una oportunidad para crear “cuadrados” pequeños que aparentan no avanzar mucho. Como violonchelista y artista, ¿qué pasaría si decidiera seguir los pasos incrementales y confiara en el proceso? Un tiempo de quince minutos es una oportunidad para crear una salchicha o una rosquilla de colores vivos, resolviendo un pequeño problema la vez. Esa proximidad cercana, esa delicadeza, no es glamorosa. Es arenosa y puede que no se vea mucho progreso en un día determinado.

Cuando se trata de nuestro trabajo, ya seamos artistas, profesores que guían a artistas jóvenes o padres que practican con artistas jóvenes, la mayoría de las veces nos vemos obligados a trabajar en pequeños cuadrados. Estos cuadrados son exactamente donde sucede el progreso, en esos pasos incrementales. A veces, me frustra esta realidad. Al igual que estar a medio metro de distancia de una pintura de Chuck Close, la proximidad al de trabajo incremental puede no parecerse a la obra maestra a gran escala. Tal vez hice algo que se parece a una salchicha; no es el proyecto que imagino, no es la obra hermosa que deseo crear. Tal vez son solo unas pocas frases escritas de un artículo, algunas notas de una composición imaginada, un compás de una nueva pieza de música.

Queremos que las obras maestras lleguen rápida y fácilmente, no durante muchos días, semanas, meses e incluso años. Pero cuando enganchas muchos pedazos pequeños de trabajo juntos durante un largo período de tiempo, obtienes el beneficio y la belleza del esfuerzo. Sí, es de vital importancia mantener la visión del todo, todo el lienzo, sin embargo, no podemos exigir que las partes individuales reflejen versiones en miniatura del todo.

Quizás podamos enfocar nuestro trabajo con la intención de hacer un equivalente musical del cuadrado tipo rosquilla de Chuck Close. Podemos hacer el trabajo de resolver un pequeño problema, después otro. Mañana, podemos unir dos cuadrados juntos. Esos cuadrados comienzan a sumarse. A medida que llenamos el lienzo de nuestro trabajo con un pequeño cuadrado a la vez, lentamente progresamos. Estos cuadrados, son partes, y son progreso. Algún día, pueden ser parte de tu historia, mostrando el esfuerzo artístico convertido en obra maestra.

Robert (1997) Chuck Close

Fotos del cuadro Robert de Chuck Close tomadas por Kathleen Bowman y usadas con permiso de Pace Gallery

Traducio por Angela Thompson