Traducción de Caroline Fraser
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente debe aprender a odiar, y si puede aprender a odiar, se le puede enseñar a amar, porque el amor es más natural para el corazón humano que su opuesto.—Nelson Mandela
El Proyecto Musical Suzuki Santiago-Camaquito es un programa para niños de preescolar que se lleva a cabo en el Conservatorio Esteban Salas de Santiago de Cuba. Camaquito [http://www.camaquito.org/en/] es una ONG suiza fundada por Mark Kuster, cuyo objetivo es ayudar a los niños cubanos apoyando diversos proyectos socioculturales, principalmente en la zona oriental del país. Este proyecto demuestra la diversidad que caracteriza a los habitantes de esta isla. Entre los profesores, los padres y los niños hay una maravillosa pluralidad de colores, que llena de orgullo al grupo que trabaja en perfecta armonía e integración.
Cuba, sociedad multicultural con fuertes orígenes en la Península Ibérica y el continente africano, gracias a sus políticas sociales, decretos, leyes y cambios en la estructura económica implementados desde 1959, ha erradicado el flagelo del racismo a nivel estructural. Todos tienen los mismos derechos y oportunidades, y cualquier tipo de discriminación está totalmente prohibida. Sin embargo, en la mentalidad de algunas personas, por desgracia, aún quedan vestigios debido a los patrones históricamente heredados tras 500 años de prácticas racistas. Los prejuicios raciales que aún demuestran algunos sectores de la población indican que no basta con desmantelar el racismo institucional para deshacerse de lo acumulado culturalmente: es necesario educar.
El proyecto Suzuki en Santiago de Cuba sigue la visión del Dr. Suzuki: a través de la educación musical desarrollar mejores seres humanos, difundiendo la tolerancia, el respeto a la diversidad y el respeto a todas las diferencias. La discriminación basada en el color de la piel, o cualquier tipo de habilidad física o mental, no tiene cabida. Los importantes valores de la filosofía Suzuki son el paradigma de trabajo para los niños, y son la mejor inversión que los adultos de hoy pueden hacer para los adultos de mañana.
La música: el instrumento que compartimos para forjar nuevos seres humanos
Los profesores que trabajan en equipo en este proyecto son miembros de la SAA y han sido capacitados en los Festivales de Lima organizados por la Asociación Suzuki del Perú. Tienen acceso todos los niños entre tres y seis años, y el único requisito que tenemos es que un miembro de la familia debe estar presente durante las clases individuales y grupales. Vienen de diferentes zonas de la ciudad y son hijos de amas de casa, médicos, profesores, músicos, peluqueros-trabajadores e intelectuales, con la esperanza de despertar el amor por la música en sus hijos. Somos inclusivos sin decirlo, todos son aceptados; simplemente no existen “diferencias”, salvo que trabajamos al ritmo de cada niño.
“Me encanta trabajar con Antonio, un niño inteligente”, dice la profesora Claudia; “Tenemos que trabajar mucho con Daniel, su madre me dice que tiene alguna dificultad físico-motora en la mano derecha”, explica la profesora Mayra. Este es el único lenguaje posible en nuestras reuniones cuando planificamos los talleres y las clases. Los padres están muy contentos por los beneficios que el método aporta a sus hijos: “Estoy feliz porque en este proyecto mi hijo está participando de verdad”, dice la madre de Aroon, preocupada por su timidez. “En nuestra casa nadie tenía inclinaciones musicales, pero desde que empezamos a traer a Aleanna aquí dice que quiere ser violinista”, comenta la abuela. “Mi hijo está deseando que llegue el sábado para poder ver a sus nuevos amigos”, nos cuenta la madre de Adriana. Testimonios como estos nos demuestran que estamos en el camino correcto.
Educar a los niños en el amor, en los principios de comunicación, en la amistad y en la libertad de conciencia y de expresión son los objetivos que perseguimos con la implantación del Método Suzuki en Cuba. Los niños, que son la esperanza del mundo y que forman la generación del futuro, deben crecer sin aprender el odio ni la segregación. Es nuestra responsabilidad como adultos, padres y maestros, mostrarles un ambiente donde no haya lugar para los prejuicios raciales o la discriminación.

Agradecimientos
El grupo de profesores del Proyecto Suzuki Santiago de Cuba—Camaquito, agradece a la AEA y a la CEO Pam Brasch por la ayuda recibida desde 2017. Ha sido un placer para nosotros haber sido apoyados con becas que hicieron posible viajar anualmente a los Festivales de Lima, Perú. También queremos agradecer muy sinceramente a la Asociación Suzuki del Perú por abrirnos las puertas, ayudar a nuestro desarrollo profesional e incluirnos en Suzuki Latinoamérica.
Bibliografía
Romero Abanto, Evelyn Melina. Música y el desarrollo integral del niño. Artículo web
Thalía Fuentes Puebla, Dinella García Acosta. Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial: “Yo creo en el color cubano”. CUBADEBATE