1. El Dr. Suzuki siempre decía “primero el carácter, luego la habilidad”. En la experiencia Suzuki, tu hijo está primero y tocar el instrumento después. Observa cómo aprende tu hijo, nutriendo su espíritu y ayudándole a fortalecer su confianza en sí mismo mientras le inculcas el sentido de alcanzar la excelencia en todo nivel.

  2. Nadie disfruta haciendo algo que no le sale bien. Es importante que el profesor y el papá o la mamá trabajen juntos para motivar al niño a alcanzar un nivel en el cual él mismo pueda apreciar su progreso. Es normal que el nivel de motivación se pase entre los padres y el niño.

  3. Existirán buenos días de práctica y algunos no tan buenos. Si algún día tu hijo no se encuentra motivado para practicar, probablemente no tenga nada que ver con el instrumento. Puede suceder que tocar sea la primera actividad que le hayan pedido realizar diariamente y que involucre “tarea para la casa”. Tal vez haya tenido un mal día en la escuela. Tal vez esté reaccionando a algo que hayas hecho antes. Mi consejo es que siempre trates de finalizar la práctica antes de que se deteriore.

  4. La práctica hace que algo sea permanente, no necesariamente perfecto. Las repeticiones que se hagan de manera incorrecta o sin tener en cuenta el objetivo propuesto por el profesor son contraproducentes.

  5. Sé constante y trata de practicar sólo en los días que comes. Cada día que te salteas hace que la próxima vez que practiques sea más difícil. Las prácticas más cortas, pero enfocadas y consistentes, en donde los objetivos están bien claros, funcionan mejor.

  6. Los tres componentes más importantes de este método son: la participación de los padres, la escucha y el repaso con un propósito determinado. Teniendo en cuenta que el Método Suzuki está basado en la manera en que se adquiere el lenguaje, es importante que recuerdes cómo te involucraste con el aprendizaje de tu hijo cuando comenzaba a hablar. El entrenamiento auditivo, las repeticiones y la acumulación de vocabulario fueron de máxima importancia.

  7. Nuestro objetivo principal es que el niño tenga motivación propia así como también una eventual independencia. Es realmente importante involucrar al niño en su propio proceso de aprendizaje en vez de solamente decirle qué hacer. No recomendaría hacer esto desde el comienzo pero sí tratar, lo más pronto posible, de involucrarlo en la autoevaluación y en el proceso de aprendizaje. Ayuda a que su oído se entrene para reconocer las diferencias entre lo que es bueno y lo que no es deseable. Los stickers y las recompensas son motivadores extrínsecos los cuales deberían ser utilizados con moderación.

  8. Aprender las notas (y los arcos) de la pieza más nueva no es tan importante como fortalecer la base técnica del niño a través de los repasos. Si has aprendido a tocar un instrumento de niño a través del método tradicional, muy probablemente llevabas a tu clase muchos libros de estudios. Utilizamos las piezas de repaso como estudios para reforzar los conceptos técnicos y musicales de la misma manera que los métodos tradicionales utilizan los estudios.

  9. Las clases de música y las prácticas en general están llenas de lecciones de vida. Al permitir que tu niño abandone o cambie de instrumento durante las primeras etapas envías el mensaje equivocado. Existirán otras dificultades en la vida y tenemos que aprender a lidiar con los retos y abrazar el concepto de trabajar paso a paso para alcanzar una meta. Aquí estamos identificando un problema o un objetivo, desglosándolo en metas más pequeñas y alcanzables, repitiendo las tareas muchas veces y celebrando cada pequeño éxito.

  10. Nunca dejes que tu hijo toque la pieza más nueva de su repertorio en un concierto solista o una master class. Las situaciones de gran presión para los niños necesitan ser enfrentadas tocando una pieza con la cual se sientan seguros. Es importante recordar que no todo el mundo conoce el orden de las piezas. Este no es el momento para que los niños muestren qué tan avanzados se encuentran con los libros.

  11. Deja que el profesor controle la clase a menos que tu opinión sea requerida. Escuchar más de una opinión en la clase es confuso para un niño. En tu rol como asistente en la casa, tu trabajo será entender cómo realizar la tarea de tres maneras diferentes:

    1. Cómo debe hacerse.
    2. Cuántas veces tiene que repetirse y con qué resultados.
    3. Los resultados a buscar para alcanzar la excelencia según el criterio de tu profesor.
  12. La comunicación con tu profesor es imprescindible. Si te sientes incómodo o preocupado por cualquier cosa que esté sucediendo con tu experiencia Suzuki por favor tómate el tiempo de conversarlo con tu profesor. A menudo, hablarlo desde el principio hace que se resuelva de una manera más satisfactoria. Siempre es mejor hablar sobre tu hijo cuando el niño no está presente.

  13. Nunca compares a tu hijo con otra persona. Estamos trabajando para sacar lo mejor de cada niño y para hacerlos trabajar en pos de desarrollar su máximo potencial. Compararlo es una de las cosas más desalentadoras que puedes hacerle a tu hijo y provoca un efecto arraigado a largo plazo.

  14. Haz sólo lo que te pida el profesor. No te adelantes. Siempre hay una razón por la cual tu profesor no avanza. Estamos más enfocados en enseñarle a tu niño a tocar bien el instrumento que eligió, que en la pieza que se encuentre tocando. En el momento en que sea miembro de un pequeño o gran ensamble, lo más satisfactorio será qué tan bien toque el instrumento. A cambio, esto le infundirá un sentimiento de auto confianza aún mayor.

  15. Disfruta cada paso del camino. No te enfoques en el punto de llegada. Los pequeños éxitos deben ser celebrados cada vez. Todos los pequeños pasos llevan a alcanzar la meta más grande.

Traducizo por Daniela Soubies